Tlahuelilpan.- El volcán de Fuego, que provocó una avalancha que mató a 215 personas en Guatemala en 2018, comenzó una nueva fase de erupción el sábado, arrojando flujos de ceniza y lava, y las autoridades dijeron que hasta el momento no se habían reportado evacuaciones.
El volcán de 3 mil 763 metros de altura, ubicado a 35 kilómetros al suroeste de Ciudad de Guatemala, provocó “explosiones sostenidas débiles, moderadas y fuertes” cuando entró en erupción, dijo la agencia.
También generó “fuentes de lava caliente” a más de 500 metros sobre la caldera y columnas de ceniza que se elevan a más de un kilómetro de la cima del volcán, entre las provincias de Escuintla, Chimaltenango y Zacatepex. A veces añadía Insivumeh.
Rodolfo García, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que está a cargo de Protección Civil, dijo que hasta el momento no se ha realizado una evacuación preventiva de las comunidades cercanas al gigante.
El funcionario explicó que se han comunicado con los líderes del asentamiento alrededor del volcán y mantienen un “monitoreo” de la actividad, teniendo en cuenta la posibilidad de lluvia de ceniza en la parte noroeste del cono, además del riesgo de una erupción.
La lava fluye desde la montaña a unos 800 metros.
El 3 de junio de 2018, el volcán de Fuego entró en erupción, provocando una avalancha de material ardiendo que destruyó partes de la vía en la colonia Escuntla San Miguel Los Lotes y Sacatepeques, matando a 215 personas y dejando un número similar de desaparecidos.
Junto con Fuego, los volcanes Santiaguito (en el oeste) y Pacaya (en el sur) también están activos en Guatemala.