Pachuca de Soto.- Llevamos más de dos años esperando el regreso de Loki, el antihéroe más carismático del UCM de Marvel, pero seguramente la persona que más ansía la vuelta del personaje de Tom Hiddleston es Kevin Feige.
Marvel se encuentra ante una de sus peores crisis tras los malos resultados de sus últimas películas y series, y el jefe del estudio espera que con la segunda temporada de ‘Loki’ la cosa vuelva a remontar de cara al estreno de ‘The Marvels’.
Y lo cierto es que el carisma del personaje y la acción frenética de los cuatro primeros episodios de esta temporada 2 de ‘Loki’ no tienen nada que ver con el fiasco de ‘Invasión secreta’, pero todavía tiene bastante margen de mejora para su recta final.
¿Qué pasó al final de la temporada 1 de ‘Loki’ en Disney+?
El final de la temporada 1 de ‘Loki’ fue muy importante para el Universo Cinematográfico de Marvel. Dio inicio al multiverso tal y como lo conocemos antes de ‘Spider-Man: No Way Home’ y ‘Doctor Strange en el Multiverso de la Locura’ y nos presentó al gran villano de esta fase 5: Kang el Conquistador (Jonathan Majors).
O, mejor dicho, una de sus variantes, que respondía al nombre de ‘El que permanece’. Y decíamos “respondía”, en pasado, porque Sylvie (Sophia Di Martino) se lo cargó zafándose de la resistencia del propio Loki, que acabó en la TVA junto a Mobius (Owen Wilson) en lo que parecía una dimensión alternativa.
‘Loki’ temporada 2: El Dios del caos (sin spoilers)
La segunda temporada de ‘Loki’ comienza justo donde terminó la anterior, con la amenaza de un ejército de variantes de Kang sobrevolando el horizonte, la línea temporal sagrada rompiéndose en mil ramificaciones y Loki en un universo/línea temporal distinta a la de la primera temporada.
Es un punto de partida interesante, pero parece ser que no lo suficiente como para convencer a la mesa de guionistas, que resuelven algunos de estos problemas por medio de deus ex machinas y aplazan (o directamente ignoran) otros para plantear nuevas situaciones en las que el Dios del engaño y del caos tiene que sacar lo mejor (y lo peor) de sí.
La apuesta en esta segunda temporada es subir el ritmo de la acción a un nivel frenético en el que varias cosas se pierden por el camino, consciente o inconscientemente, sin que a nadie parezca importarle en pos de ofrecer la mayor cantidad de momentos de tensión y de estímulos visuales entre palabrejas científico-temporales y cachivaches estrafalarios.
Aunque este apartado, al menos, llega de la mano de un rostro al que se lo perdonamos todo porque es un ser de luz (en la serie también): Ke Huy Quan, el vigente ganador del Oscar a Mejor Actor de Reparto por ‘Todo a la vez en todas partes’.
Con el paso de los episodios y la aparición de nuevos y antiguos personajes importantes para el desarrollo de la trama, la serie va cogiendo forma y acercándose al nivel de la primera temporada, pero aún tiene problemas por solucionar.
La temporada 2 de ‘Loki’ se jacta de ser la única producción de Marvel que no ha tenido regrabaciones tras su rodaje principal, y eso no tiene por qué ser una buena noticia. De hecho no lo es.
Los reshoots sirven para pulir el resultado final y tapar ciertos agujeros de guion y de montaje que no se habían advertido en un principio. Su ausencia se hace notar.
Pero todo puede cambiar en los dos últimos episodios. El cuarto capítulo termina con un cliffhanger que podría dar un vuelco (otro más) al UCM.