Turquía.— Los equipos de rescate en Turquía y Siria están trabajando las 24 horas para rescatar a los sobrevivientes atrapados entre los escombros del poderoso terremoto de magnitud 7.8 que mató a más de 11,200 personas entre los dos países. Miles de socorristas han estado trabajando en temperaturas bajo cero desde el lunes para buscar sobrevivientes debajo de edificios derrumbados en ambos lados de la frontera.
El jefe de la Media Luna Roja Turca (Cruz Roja), Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas serían críticas para los esfuerzos de rescate, pero dijo que esos tiempos se vieron obstaculizados por “malas condiciones climáticas”.
Sin embargo, los trabajadores de emergencia encontraron el miércoles a varios niños debajo de un bloque de viviendas derrumbado en la provincia turca de Hatay, la más afectada, donde pueblos enteros fueron arrasados.
El número preliminar de muertos en la tragedia se eleva a más de 11 mil 200, pero aún podría duplicarse si se confirman los temores de los expertos de la Organización Mundial de la Salud. Su directora Dra. Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que el tiempo se acaba para los miles de heridos y desaparecidos entre los escombros.
El número de muertos en Turquía llegó a 8 mil 574 cuando se declararon siete días de luto y un estado de emergencia de tres meses en la provincia más afectada, anunció el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El número de muertos en Siria, que se ha visto sacudida por más de una década de guerra civil, aumentó a 2.662, según un recuento de las fuerzas de defensa civil del gobierno de Damasco y las zonas controladas por los rebeldes.