Pachuca de Soto.- Las colonias humanas fuera de la Tierra no sobrevivirán sin reproducirse en el espacio, afirma un empresario holandés. Está trabajando para lograr la fertilización y, finalmente, el nacimiento de humanos en un entorno de gravedad parcial.
Las colonias humanas fuera de la Tierra no sobrevivirán sin reproducirse en el espacio, afirma un empresario holandés. Está trabajando para lograr la fertilización y, finalmente, el nacimiento de humanos en un entorno de gravedad parcial. Pero esto es solo un pequeño paso.
Antes de que el primer niño nacido de un embrión de estas características pueda ser reimplantado en un cuerpo humano y concebido en el espacio, se debe dar un paso ético importante. El empresario explicó que la sensibilidad de estos temas es una de las razones por las que la investigación sobre replicación espacial a menudo se deja en manos de empresas privadas y no de la NASA.
¿Cómo se planea realizar?
Edelbrook cree que su empresa es la única dispuesta a cultivar embriones humanos en el espacio y espera que algún día la gente nazca de forma natural en el espacio, pero admite que el camino es “largo”. Los fluidos corporales que son empujados hacia abajo por la gravedad de la Tierra pueden elevarse en un ambiente de baja gravedad, causando una variedad de problemas.
Si el cuerpo adulto puede hacer frente a ciertas diferencias, entonces un feto completamente desarrollado sería más “vulnerable”. “Primero hay que crear el entorno perfecto”, explica.
El empresario afirmó que el actual desarrollo del turismo espacial es otro factor a considerar: algunos de estos jóvenes viajeros pueden buscar ser los primeros en ser concebidos en el espacio, y advirtió sobre los riesgos. Edelbrook dijo que la investigación de Spaceborn replica el proceso de fertilización in vitro en el espacio y también podría ayudar a las personas a concebir en la Tierra.
Cuando inició su aventura creyó que después de unos años en el espacio podría concebir un hijo. Pero la gravedad del desafío lo obligó a recalibrar sus ambiciones. Pero el hombre de 48 años confía en que durante su vida verá nacer bebés en el espacio.