Pachuca de Soto.- Ambientada en la oscura y lluviosa ciudad de Los Ángeles de 2019, un detective persigue a androides artificiales prácticamente indistinguibles de los humanos. Esta visión distópica, que ha dejado una huella indeleble en el cine de ciencia ficción, emergió de la mente del aclamado director británico Ridley Scott. La película, estrenada a comienzos de la década de los 80, cuenta con un reparto estelar encabezado por Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young y Daryl Hannah que ayudó junto a la trilogía original de ‘Star Wars’ o el anterior filme de su director, ‘Alien, el octavo pasajero’ (1979), a relanzar el género de ciencia ficción.
‘Blade Runner’ (1982), basada en la novela ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ de Philip K. Dick, nos sumerge en un futuro donde la línea entre lo humano y lo artificial se desdibuja. Rick Deckard, interpretado por Ford, es un blade runner encargado de dar caza a los replicantes, androides con apariencia humana que han sido creados para trabajar en colonias fuera de la Tierra. La trama se complica cuando Deckard se enamora de Rachael, una replicante que cree ser humana. Aunque en su estreno la película recibió una acogida tibia, con el tiempo ha sido reconocida como una obra maestra, ganando numerosos premios y nominaciones, incluyendo dos Oscar en las categorías de Mejor dirección artística y Mejores efectos visuales. El filme se encuentra actualmente disponible en el catálogo de Max.
Uno de los aspectos más elogiado de la cinta tras su estreno fue la conseguidísima atmósfera visual. El director de fotografía Jordan Cronenweth creó un mundo neo-noir de sombras densas y luces de neón que mostraba toda la esencia de un futuro decadente y sobrepoblado. Además, también se optó por dar vida a una ciudad multicultural y estratificada, donde enormes rascacielos conviven con calles abarrotadas y decadentes. Además, la recordada banda sonora de Vangelis, con su mezcla de sintetizadores y melodías melancólicas, complementa perfectamente la estética de la película.
Durante el proceso de casting, el novelista Philip K. Dick se involucró personalmente en la selección del reparto para contratar a los intérpretes que mejores se adecuaran a los personajes que él había creado. Durante el rodaje, hubo rumores sobre la particularmente tensa relación entre Scott y Ford, con sonados desacuerdos sobre la interpretación del personaje de Deckard. Además, el rodaje nocturno en Los Ángeles, combinado con el constante uso de máquinas de humo y lluvia artificial, creó condiciones de trabajo difíciles para el equipo y los actores. Una anécdota interesante involucra a Rutger Hauer, quien interpretó al replicante Roy Batty. Hauer reescribió su famoso monólogo final la noche antes de filmarlo, creando uno de los momentos más memorables y emotivos de la historia del cine.