Pachuca de Soto.- El cine del siglo XXI está marcado por la sobreexplotación de las “propiedades intelectuales”. Las franquicias lo han fagocitado todo. Es raro que una película original triunfe en taquilla, porque es más raro aún que las grandes productoras se gasten el dinero en una película original. Las inversiones van sobre “seguro” y, si algo cala, se exprime hasta la última gota. Secuelas hasta el infinito, remakes, reboots, spin-offs… Y, finalmente, el último paso (hasta ahora): las series de televisión.
Disney+ ha comenzado a sacar el jugo a sus dos licencias más populares, Marvel y Star Wars, con varias series al año que expanden el universo creado en sus películas. Netflix planea ya continuar con nuevas series de ‘Stranger Things’ y el final de ‘The Walking Dead’ en AMC ha dado pie a un gran número de spin-offs y nuevas series derivadas. La fiebre ha llegado hasta HBO Max, otrora el santo grial de las series de calidad, que ha sucumbido a la moda.