Pachuca de Soto, Hidalgo. – “En la actualidad, la educación financiera es un tema crucial para las y los jóvenes, conocer cómo manejar el dinero y entender los conceptos básicos de las finanzas personales puede marcar una gran diferencia en su futuro, en especial si se tiene el concepto del ahorro desde la infancia”, así lo indicó Diana Xóchitl González Gómez, jefa del Área Académica de Economía del Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA), perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Mencionó a través de una entrevista que la cultura del ahorro es una práctica que se debe iniciar desde la niñez, tanto desde el hogar como en las instituciones educativas. Explicó que ésta práctica se encuentra asociada a la educación financiera y a la inclusión financiera, al ser estos tres conceptos clave a determinar dentro de esta problemática actual.
“Es una problemática, ya que en México la cultura del ahorro no se ha desarrollado como se debiera, por los problemas económicos dentro del núcleo familiar, pues en nuestro país hay hogares con ingresos bajos. Esto merma la cultura del ahorro, que es una disciplina que se debe realizar desde temprana edad, y al no haber esta disciplina en los padres, difícilmente se trasmitirá a los hijos”, subrayó la experta Garza.
Por un lado, la educación financiera es el proceso mediante el cual los individuos adquieren una mejor comprensión de los conceptos y productos financieros, al tiempo que desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, en tanto mejoran su bienestar. Para que se logre se debe tener un conocimiento de finanzas desde básico cuando se es joven, hasta un poco más especializado conforme las necesidades de la adultez lo requieran.
Mientras, la inclusión financiera se define como el acceso y uso de los servicios financieros formales regulados con base en un esquema apropiado de protección al consumidor y de promoción de la educación financiera, es decir, se refiere al acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y accesibles que atienden sus necesidades, como transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros, los cuales se prestan de manera responsable y sostenible.
Estos dos conceptos son necesarios para que un individuo pueda entender la cultura del ahorro y llevarla a la práctica. La investigadora Garza Diana Xóchitl González Gómez consideró importante que los padres comiencen a enseñarle a sus hijas e hijos esta cultura, a través del ahorro responsable.
“Es necesario que nos quitemos esa idea del cochinito y le enseñemos a los niños ahorro responsable a través de sistemas establecidos. Muchas de las instituciones bancarias ofrecen cuentas de ahorro infantiles, así como talleres donde les explican a las y los niños cómo funciona la banca en México, este debe ser considerado un punto fundamental en su educación”, mencionó.
Dentro de los beneficios que tiene enseñar a las y los jóvenes a ahorrar, se encuentra la capacidad de tomar decisiones informadas sobre el consumo. Quienes comprenden la relevancia de vivir dentro de sus posibilidades y evitar la deuda innecesaria, pueden realizar compras más inteligentes y evitar caer en patrones de gasto irresponsables.
Además, la educación financiera permite establecer metas financieras realistas, pues al entender cómo constituir un presupuesto, se puede ahorrar, planificar y trabajar en objetivos financieros a largo plazo, así lo señaló la investigadora universitaria.
Finalmente invitó a las madres y padres de familia a acercarse a las instituciones financieras para poder conocer los planes de ahorro que beneficien a toda la familia, principalmente a las juventudes. “La información nos da un poco más de poder y de tranquilidad; acercarse a estos temas nos permite tener una mejor planeación financiera de los ingresos”, recalcó.