Pachuca, Hidalgo. – La Secretaría de Cultura, a través de la Red Estatal de Museos de Hidalgo, invita a la población en general a disfrutar de la Sala de Telégrafos que cuenta con la exposición DS´PACHADOR OS, de lunes a viernes de 9:00 a 16:00 horas, en el Centro Cultural del Ferrocarril, con el objetivo de brindar conocimiento sobre el patrimonio industrial e historia de las telecomunicaciones en México.
De acuerdo con la dependencia estatal, el inmueble posee “una belleza arquitectónica excepcional que sumerge a la población en el pasado, al manejo de las transmisiones y a la función de los telegrafistas, quienes tenían el registro de trenes donde anotaban la hora de llegada y de salida exacta, así como la hora en que se realizaba la transmisión al despachador, sin margen de error, partiendo del conocimiento y manejo de la clave Morse”.
Los despachadores de trenes llevaban el control de cada estación, mientras las y los telegrafistas decían al despachador: DS, y para dar un último aviso era OS, refiriéndose a que el tren estaba partiendo, por ello la referencia al título de la exposición.
El acervo de la sala está compuesto por objetos asociados a la oficina del telegrafista como la barra despachadora, mesa, teléfono receptor, telégrafo, micrófono, sonador telegráfico, lámparas, radio transmisor y baúles y boletero, además de una donación de documentos.
El telégrafo es un aparato que permite la transmisión de información a distancia, Samuel Morse (1791-1872), su inventor, diseño un sistema de señales eléctricas, punto y raya que se enviaban mediante cables, sostenidos por postes de madera a lo largo de miles de kilómetros, es decir un sistema de codificación, conocido como código morse, que permite traducir dichas señales en palabras.
En México, Juan de la Granja fue quien introdujo esta tecnología de la comunicación, de 1842 a 1844 fue cónsul de México en Nueva York, en donde escuchó por primera vez sobre las ventajas de contar con una red telegráfica, misma que comenzaba a desarrollar un auge entre New York, Boston con Washington.
La historia del telégrafo resulta inseparable a la de otro medio de comunicación que se instalaría en el país en las mismas fechas del ferrocarril. En 1850, entró en operación el primer servicio ferroviario entre Veracruz y El Molino, con 13.6 kilómetros el telégrafo aprovechó la infraestructura ferroviaria para tender sus líneas.
Así, entre 1877 y 1882 se instalaron 16 mil kilómetros de líneas y se abrieron 264 oficinas con más de mil empleados, con un servicio anual de 500 mil mensajes transmitidos.
El telégrafo permitió conectar lugares y personas a lo largo del territorio mexicano a partir de mediados del siglo XIX. Gracias a la inversión privada y pública, la red telegráfica mexicana se extendió por el país, con lo cual llegó a lugares cada vez más lejanos y permitió un mejor control del territorio.