Pachuca de Soto.- Yarezi Alvarado se levanta temprano para ir a la escuela en Texas. Pero además de su mochila, también empacó botellas para su hija Camilla, de un año, que viaja con ella en el autobús escolar. El autobús tenía asientos de seguridad para bebés y la joven madre y sus hijos asistían a la escuela secundaria Lincoln Park High School en Brownsville, una comunidad hispana de bajos ingresos en el sur de Estados Unidos, cerca de la frontera con México.
Aceptan mujeres entre 14 y 22 años que sean madres o estén embarazadas. Mientras ellos asisten a clases, sus hijos permanecen en la guardería del mismo colegio.
Si es necesario, se pueden traer bebés que todavía están amamantando. Texas es uno de varios estados conservadores que declararon ilegal el aborto después de que la Corte Suprema anuló Roe v. Costa de Marfil. Wade lleva medio siglo a nivel federal garantizando a las mujeres el derecho a interrumpir un embarazo.
Los menores deben contar con el permiso de un adulto para usar píldoras anticonceptivas y la educación sexual es opcional en las escuelas.
Recibió ayuda de su madre, pero otros compañeros fueron discriminados en escuelas anteriores o en sus propias familias y vivían con el padre o familiares del niño. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del gobierno, la tasa de natalidad entre los adolescentes estadounidenses (de 15 a 19 años) disminuyó un 3% en 2022 con respecto al año anterior, y ha caído un 78% desde 1991.
¿Cómo se ha realizado?
En 2021, los nacimientos en adolescentes entre mujeres jóvenes hispanas en Texas fueron 2,4 veces mayores que entre mujeres blancas, según la ONG Texas Healthy Futures. “Es una realidad y tenemos que planificarlo”, dijo la directora Cynthia Carden.
Los CDC dicen que el acceso a la atención médica, la educación deficiente y los bajos ingresos familiares pueden contribuir a las altas tasas de natalidad entre adolescentes.
En algunos casos, exalumnas trajeron a sus hijas a la escuela y éstas también quedaron embarazadas. Pero “les recordamos que el embarazo no es una discapacidad, sino una condición de nueve meses, y deben comportarse porque hay posibilidades de tener éxito”, afirmó el director.