El Diputado José Luis Rodríguez Higareda hizo un enérgico llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para atender de manera urgente la crítica emergencia sanitaria que se vive en la zona de la Ribera de la Presa de Tula y en el municipio de Tepetitlán, a causa de una plaga incontrolable de mosquitos.
Desde tribuna, el legislador describió la situación que padecen los habitantes de la región. Relató que la proliferación del mosquito Culex, propiciada por la presencia masiva de lirio acuático en la presa, ha generado una crisis que va más allá de lo ambiental, afectando severamente la salud y la convivencia social.
“La gente no puede estar en sus hogares al anochecer, la vida social se acaba. Los mosquitos atacan en parvadas, pican a través de la ropa y causan ronchas terribles”, declaró el Diputado Rodríguez Higareda, quien compartió su experiencia personal tras una visita a Santa María Michimaltongo: “Terminé con la cara y el cuello hinchados, parecía que me habían golpeado”.
El diputado recordó que la Facultad de la UNAM ya ha informado sobre la emergencia sanitaria en Hidalgo, ya que estos mosquitos son vectores de enfermedades como encefalitis, fiebre del Nilo Occidental y causan irritación y urticaria severa.
Mencionó que, tras una mesa de trabajo el 4 de septiembre, el Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades recomendó a la Secretaría de Salud de Hidalgo adquirir insecticida para fumigar la zona antes de que termine el año. Sin embargo, criticó que la primera fumigación está programada hasta dentro de dos semanas, un plazo que considera excesivo dada la gravedad del problema.
Aunque presentó un informe detallado de las acciones en curso –como el retiro de 28,160 toneladas de lirio por la Secretaría de Marina y el trabajo con maquinaria pesada–, el diputado fue contundente: “Aparentemente se puede decir que es mucho, pero los resultados son ínfimos”.
Señaló la existencia de desacuerdos entre autoridades, como la divergencia de opiniones sobre si se debe quemar el lirio como medida de choque, lo que a su juicio refleja una falta de coordinación y urgencia. “Yo les decía, ‘su mesa de trabajo va a ser para enero o para cuando va a ser'”, comentó sobre un tono de frustración ante la lentitud de los procesos.
Rodríguez Higareda alertó sobre el peligroso nivel de irritación social. Relató que en eventos públicos, como una feria en Santa María, la población ha respondido con enojo hacia las autoridades, sintiendo que hay indolencia. “La gente estaba enojada, muy enojada… y la verdad es que tienen razón”, admitió.
Mencionó que protestas ciudadanas, como el intento de cerrar el Arco Norte, son cada vez más numerosas, pasando de grupos de 15 personas a concentraciones de hasta 100, lo que evidencia la magnitud del descontento.
El diputado concluyó su intervención haciendo un “llamado de auxilio” para la gente de Tula, Tepetitlán y las comunidades afectadas.
“Urge, urge que se atienda. Urge”, finalizó, demandando que los planes de fumigación y control del lirio se aceleren de manera inmediata, pues lo que se está haciendo no es suficiente para devolver la paz y la salud a una población que, literalmente, “no puede vivir de esta forma”.
			
                                













