Muchas veces tenemos sueños que solo se quedan en eso, en pensamientos que se unen al universo y tal vez, solo tal vez, puedas crear un nuevo mundo entre las estelas de luz y aquellas explosiones que llenas del cosmos hacen brillar el cielo cada una de las noches que hemos existido en este planeta.
A veces imagino que nuestros pensamientos flotan en la inmensidad eterna e infinita de la que llamamos vida, que realmente ningún pensamiento que es casualidad y que siempre hay una variación de nuestra vida, de nuestra historia, de nuestra casualidad.
He escuchado más de una vez que estamos hechos de polvos de estrellas, que el cosmos está dentro de nosotros, y que nuestra energía es prestada y limitada porque al final siempre la tenemos que regresar de donde vino, quizás, si esto es real, podríamos ver a nuestros seres queridos en otro plano, donde solo seamos luz y destellos que se encuentren y se unan en un vaivén interminable de amor, felicidad y dicha.
Quizás nunca nos fuimos, quizás siempre estamos juntos, quizás nos están acompañando en todo momento. Y quizás, no deberíamos sentirnos en una pesadumbre constante, pensando en que los que nos han dejado nos dejaron de verdad, ¿Y qué pasa si esa brisa que te enreda el pelo o esa piedra en tu camino fuera una señal?
Algunos creen que el destino es algo que está predicho en la historia, algunos creen en las casualidades, pero, y si al final todo fuera un bucle dentro de un agujero de gusano que se repite para que puedas encontrar lo que tienes que hacer diferente, para hacer las cosas bien, y así encontrar la manera de lograr ir al cosmos y encontrarte de esta manera con aquellos que te dejaron físicamente en este mundo donde el cuerpo es solo un envase que mantiene tu alma lejos de la mortandad.
Cuando te vi partir, justo frente a mí, supe que nos volveríamos a ver en algún momento, y sé que, aunque te fuiste, y nos separamos en este mundo físico, estás conmigo, puedo aún escuchar tu risa, las frases interminables llenas de sabiduría, o hasta aquel apodo gracioso que me seguirá acompañando por el resto de mis días, por lo menos hasta que me vuelva a encontrar contigo.
El universo y las estrellas me acompañan mientras pienso en ti cada noche, incluso puedo decir que eres tú quién me protege de esos pensamientos que me envuelven en los momentos difíciles y me hace sentir que debo pensar de manera diferente, que la negatividad no tiene cabida en mi vida, y que, sobre todo, la vida es un constante aprendizaje.
Eres mi luz, mi dicha, mi alegría, mi tristeza, mis recuerdos, mis fantasías, mis estrellas, mi cosmos, mi universo. Tengo una gran seguridad de que dentro de todos esos destellos que se encuentran en la inmensidad, te encuentras tú, con una sonrisa en ese rostro perfecto que me hacía sentir en calma, que me mostraba que no existía ninguna preocupación más que ser feliz, incluso si no contaba con lo que todo el mundo sueña con tener.
Así que sueño, todas las noches con volverte a ver, y por eso creo, no, confirmo, que nuestros pensamientos flotan en el universo y logran unirse, para que yo pueda encontrarte incluso dentro de un agujero negro que me absorbe, porque dentro de aquella oscuridad, dentro de todo aquello que me lastima y me hiere con tu partida, siempre estás tú.
Mi polvo de estrellas, mi cosmos.