Cuantas veces nos hemos preguntado ¿Y si no hubiera hecho “esto”? o ¿Y si hubiera intentado “aquello”? Pero… ¿Realmente es tarde para hacer algo?
Se acaba el año e inicia uno nuevo, muchas personas sienten que los deseos de año nuevo son certeros, pero no debemos olvidar que la certeza es lo que más se ausenta en el mundo.
Empezar de cero no significa dejar todo atrás, significa llevar contigo esos momentos malos, esas decepciones sin que pesen y sin que retrasen la próxima etapa de tu vida; empezar de cero es siempre darte otra oportunidad, mientras tú quieras todo es posible, no se trata de cuánto tiempo ha pasado, se trata de cómo has pasado tú, tu tiempo.
Hay cosas que no perduran, lo mismo ocurre con los objetivos que te planteas en año nuevo, no podemos pensar en que lo que deseas el primer día del año, va a seguir siendo algo que anhelas a mitad de este. Comenzamos el año siendo una persona y lo terminamos siendo otra completamente distinta. Las experiencias van cambiando lo que queremos y lo que buscamos.
¿Cómo no cambiar como personas? El tiempo, los momentos, los episodios de quiebre, las decisiones importantes, todo tiene peso, todo es importante. Cerrar el año es terminar una etapa, se trata de ver atrás sin remordimiento, de valorar lo que tenemos, se trata de darle su tiempo a cada cosa y a cada cosa su tiempo.
Empezar de cero es reírte de los malos momentos y de las decisiones equivocadas, es no perder la esperanza, recobrar el aliento, es tiempo de reírte y llorar al mismo tiempo.
Empezar de cero es amar de nuevas maneras, es sentirte perdido y volverte a encontrar.
Nunca se ha tratado de dejar todo atrás, se trata de vivir la vida como te plazca, sin prejuicios; es tuya y de nadie más.
Busca lo que te gusta, salte de tu zona de confort, inicia ese proyecto con el que tanto has soñado, arriésgate y confía en que todo va a funcionar.
¡Feliz año nuevo!