Pachuca de Soto.- A mediados de noviembre, antes del inicio del Mundial de Qatar, una escena se volvió viral en las redes sociales: el periodista danés de TV2 Rasmus Tantold fue amonestado por las autoridades qataríes por transmitir en un sitio web ilegal.
La imagen ha suscitado dudas sobre la libertad de expresión en el emirato de Oriente Medio, sobre todo porque miles de aficionados están invitados a celebrar el evento deportivo de 2022. En 2020, Amnistía Internacional advirtió en su artículo 136 bis sobre las reformas al código penal de Qatar que, a pesar de que el país árabe se adhirió al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) dos años antes.
Esta legislación permitiría el encarcelamiento molesta en su país y en el extranjero con la intención de lesionar los intereses nacionales, agitar la opinión aquellos que hagan publicidad para socavar las instituciones sociales y públicas del país.
La organización internacional calificó la nueva ley como “un documento de redacción ambigua que sanciona diversas actividades relacionadas con el discurso y cuya publicación impone importantes restricciones a la libertad de expresión en el país” debido a los problemas.