Pachuca, Hidalgo. – Bajo el ardiente sol de la primavera hidalguense, el fervor religioso se apoderó del cerro de Las Lajas en Pachuca durante la representación del Viacrucis Viviente. Un recorrido de más de cuatro horas, cargado de solemnidad y profunda devoción, en el que más de 140 vecinos del barrio dieron vida a los pasajes bíblicos de la Pasión de Cristo.
Hugo Lozano, con admirable entrega, personificó a Jesús de Nazareth, cargando sobre sus hombros la pesada cruz de madera de 136 kilos. A lo largo de cinco kilómetros, la procesión ascendió por las sinuosas veredas del cerro, recreando cada uno de los momentos cruciales del camino al Calvario.
El público, conmovido por la representación, se unió en oración y cantos, acompañando a Jesús en su sufrimiento. La crucifixión en la cima del cerro, con María al pie de la cruz y los dos ladrones a su lado, fue un momento especialmente emotivo.
Al final, el cuerpo de Jesús fue colocado en una cueva ubicada en el mismo cerro, simbolizando el final de su camino terrenal. El Viacrucis de Las Lajas se consolida como una tradición viva, un espacio de fe y reflexión que congrega a la comunidad en un emotivo homenaje a la memoria de Cristo.