Pachuca de Soto.- El efecto fantasma es una práctica común en las relaciones que ha encontrado un nuevo territorio en el lugar de trabajo, especialmente entre los jóvenes de la Generación Z. De hecho, una encuesta realizada por un sitio web de empleo revela el alcance y el impacto de este fenómeno en empleadores y empleados: más del 90% de los jóvenes no participan en entrevistas de trabajo.
Una encuesta realizada por Indeed muestra que el 75% de los trabajadores admite no haber considerado a posibles empleadores durante el último año, siendo la Generación Z en gran medida responsable, y el 93% de los trabajadores faltan a las entrevistas de trabajo.
Lo más preocupante es que el 87% consigue encontrar trabajo, firmar un contrato y presentarse el primer día. Esta tendencia, impulsada por las credenciales profesionales, ha puesto a muchas empresas en una posición comprometida, dificultando el proceso de contratación para más de la mitad de las empresas encuestadas.
Aunque la Generación Z es la mayor culpable, también se culpa a otras generaciones del robo de empleos. Pero mientras los jóvenes parecen confiados en sus decisiones, los Millennials y otras generaciones expresan arrepentimiento y preocupación por las consecuencias futuras.
Para muchos empleadores, estos hallazgos confirman las preocupaciones sobre los problemas de participación de la Generación Z. La dificultad que enfrentan instituciones como el MIT y la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) para dirigirse a esta generación pone de relieve la necesidad de una respuesta integral a este desafío.
Indeed cree que los empresarios pueden evitar el “duplicación” mejorando las oportunidades laborales y dando prioridad a salarios más altos y mejores prestaciones. La crisis del costo de vida ha exacerbado el fenómeno fantasma, ya que muchos trabajadores consideran trabajar para satisfacer sus necesidades financieras.
Por supuesto, no todas las empresas podrán aumentar su oferta, pero la transparencia sobre el paquete financiero desde el principio puede evitar que los candidatos se sientan abrumados durante el proceso de contratación”, concluye Sasi.
Ocultar el trabajo es un desafío tanto para los empleadores como para los empleados, especialmente para la Generación Z. El ausentismo durante la contratación y las dificultades financieras son factores clave que impulsan esta tendencia.
Abordar estos problemas requiere un enfoque colaborativo entre empleadores y empleados para fomentar una cultura laboral más comprometida y satisfactoria para ambas partes.