1. En 10 días de combates, el gobierno maderista no pudo sacar a los poco más de 400 rebeldes que se habían atrincherado en la Ciudadela. En 1871, frente a una intentona golpista similar, al gobierno juarista no le tembló la mano para acabar con los rebeldes a punta de cañonazos en tan sólo unas horas.
2. La noche del 17 de febrero de 1913, Gustavo Madero aprehendió a Huerta tras haber descubierto que negociaba con los rebeldes y lo llevó personalmente ante el presidente. Madero decidió darle 24 horas para que demostrara su lealtad y lo liberó. En ese lapso, Huerta consumó la traición.
3. El general Aureliano Blanquet aprehendió personalmente a Madero el 18 de febrero de 1913; pesaba sobre él la versión de que en su juventud, se había encargado de darle el tiro de gracia al emperador Maximiliano.
4. El 19 de febrero de 1913, cuando Madero y Pino Suárez firmaron sus renuncias a la presidencia y vicepresidencia del país, respectivamente, desconocían que las fuerzas de Félix Díaz, habían asesinado brutalmente a Gustavo Madero durante la madrugada de ese día, de otro modo no habrían renunciado.
5. La noche del crimen, 22 de febrero de 1913, Madero fue conducido hacia la penitenciaría en un automóvil marca Protos, mientras que Pino Suárez subió a un Peerles.
6. Luego de perpetrar el crimen contra Madero y Pino Suárez, los asesinos enterraron los cuerpos dentro de la penitenciaría de Lecumberri, pero Huerta estalló en furia; ordenó exhumarlos y llevarlos al anfiteatro, ya que la versión oficial sería que habían muerto al tratar de ser rescatados por un grupo de maderistas.
7. La familia de Madero tuvo que vender el caballo del expresidente, llamado “Destinado”, porque la agencia Gayosso exigía que se cubrieran los gastos funerarios antes de prestar el servicio.