Pachuca de Soto, Hidalgo. — Jhazmín Damaris Hernández Cabrera, docente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señaló que, ante el incremento en el consumo de alimentos altamente procesados, es necesario generar autoconciencia sobre los hábitos alimenticios, con el objetivo de prevenir afectaciones en la salud y la calidad de vida de las personas, a su vez, dichas acciones influyen a nivel económico, social e incluso laboral.
De acuerdo con la profesora por asignatura del Área Académica de Nutrición en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), la transición demográfica, la crianza, el horario de trabajo o adquirir alimentos en los que no tenemos certeza de su frescura ni un precio accesible, son factores que impiden a las personas adultas llevar una correcta alimentación.
Hernández Cabrera explicó que la falta de conciencia respecto a los riesgos e implicaciones negativas de los alimentos procesados, responde a que la mayoría de las personas no lo identifican como un problema hasta que experimentan situaciones negativas, por lo cual, destacó que es necesario implementar una planeación de gastos, reflexionar sobre los alimentos que se ingieren, para detectar si se respetan o no las recomendaciones de una alimentación saludable, además de generar percepción de riesgo.
“Somos propensos a ver a la obesidad, la diabetes o la hipertensión como situaciones lejanas; planear ayudará a organizar nuestra cocina para fijar objetivos y metas claras que reditúen un beneficio para nosotros”, sostuvo.
Al respecto, la experta Garza recomendó aprovechar promociones en los mercados y centros comerciales, debido a que se pueden adquirir alimentos saludables a precios económicos. Asimismo, hizo un llamado a establecer límites en torno a la alimentación por medio de listas semanales, en donde se clasifique qué tan nutritivos son los insumos que integran la despensa.
Si bien la comida chatarra no es recomendable, es entendible que se presenten como una alternativa ante un ritmo de vida acelerado, al respecto, la profesora de la UAEH reveló que lo más recomendable es no exceder la ingesta de comida rápida más de tres veces a la semana.
“Es tarea de cada individuo analizar su consumo de este tipo de alimentos e identificar el momento de una intervención, si se hace oportunamente, pueden evitarse desenlaces poco favorables para la salud”, declaró.
Como parte de su labor docente, señaló que las y los profesionales de la salud deben ser sensibles, conscientes y empáticos hacia las diferentes realidades de sus pacientes, con el objetivo de cumplir su función de orientadores.
Para concluir, invitó a la sociedad hidalguense a visitar con regularidad los servicios de salud, además, puntualizó que en caso de personas con comorbilidades, hipertensión, diabetes, y trastornos alimenticios es altamente recomendable acudir con las y los profesionistas del área de la nutrición para que puedan brindar asesoría y acompañamiento en el proceso de cambio de hábitos.