Pachuca de Soto.- El “Informe Global de Homicidios 2023” de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) muestra que la tasa de homicidios de México en 2022 ocupa el noveno lugar entre los países de América.
Aunque se trata de una disminución en comparación con el año pasado, la situación sigue siendo preocupante. La tasa de homicidios de México de 26,1 por cada 100.000 habitantes ocupa el noveno lugar en la región, por delante de Colombia (25,3) pero por debajo de Ecuador (26,9), según el informe. Los países con puntajes más altos son Jamaica (53,34), San Vicente y las Granadinas (40,41) y Trinidad y Tobago (39,52), mientras que Canadá (2,27), Bolivia (3,97) y Argentina (4,31) los más bajos.
Aunque la tasa de muertes violentas en México cayó de 28,2 a 26,11 por 100.000 habitantes entre 2021 y 2022, las cifras siguen siendo alarmantes. En 2021, el país figuraba como el segundo país con mayor tasa de homicidios del continente africano después de Brasil.
El informe destaca que Centroamérica sigue siendo la subregión con las tasas de homicidio más altas y más volátiles de las Américas. Las tendencias de homicidios en México durante la última década han contribuido al malestar en la región, en particular la violencia vinculada al crimen organizado.
México ha mantenido una tasa relativamente alta de violencia homicida desde 2018, a pesar de una disminución de la violencia fatal en 2014 y un aumento de 2015 a 2018. Países como El Salvador, Guatemala y Honduras han experimentado caídas significativas en los últimos años, mientras que Centroamérica continúa haciéndolo. gestionar el número de asesinatos con armas de fuego y otros mecanismos.
La ONU enfatiza que las tendencias de los homicidios organizados y otros homicidios relacionados con el crimen organizado en América Latina están estrechamente relacionados con el uso de armas de fuego. El crimen organizado es responsable del 22 por ciento de los asesinatos en todo el mundo y del 50 por ciento en Estados Unidos, según el informe.
A pesar de la gran presencia del crimen organizado en México, los informes muestran que no existe una relación lineal entre la violencia y el crimen organizado. Sorprendentemente, en algunos casos, un aumento del crimen organizado no se traduce en un aumento de la tasa de homicidios. El análisis a nivel municipal muestra que en México, cuando el crimen organizado alcanza un nivel en el que más del 32 por ciento de los residentes reportan haber visto pandillas en sus comunidades, las tasas de homicidio tienden a disminuir.
La fragmentación de los grupos criminales también se menciona como una de las razones del aumento de la violencia asesina en el país desde 2014. En general, el informe de la ONU destaca la compleja relación entre la presencia del crimen organizado, la seguridad ciudadana y las tasas de homicidio en México y otras partes de América Latina.
Aunque las condiciones han mejorado en algunos países, la situación en la región sigue siendo un problema grave.