Parte de la historia del Zoológico de Chapultepec, que el 6 de julio pasado celebró su primer centenario de existencia, es la rehabilitación de ejemplares silvestres rescatados del tráfico ilegal, como las dos hembras de lobo marino de California (Zalophus californianus), que en 2019 fueron rescatadas por autoridades federales, quienes buscaron el apoyo de los especialistas en fauna silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México para su atención inmediata.
A casi cuatro años de su rescate y llegada al Zoológico de Chapultepec, la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre informa que las lobas marinas gozan de buena salud y se desarrollan satisfactoriamente, luego de haber sido rescatadas del tráfico ilegal en estado crítico.
Este es uno de los casos más representativos de rehabilitación de animales decomisados por autoridades federales, en este centro de conservación de la vida silvestre.
Alberto Olascoaga, director del Zoológico de Chapultepec, recordó que el estado en el cual llegaron estos ejemplares, de aproximadamente tres y seis meses de edad, orilló a los expertos del zoológico a criarlas bajo el método de crianza artificial.
“Eran cachorros que necesitaban alimentarse todavía de la madre, de leche materna y se requería una atención inmediata, venían con un porcentaje de deshidratación importante, no sabían cuánto tiempo llevaban sin comer”, explicó el médico veterinario zootecnista, con especialidad en medicina y cirugía de fauna silvestre.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) solicitó el apoyo directo de la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre debido a la experiencia de sus trabajadores en el cuidado profesional de lobos marinos, ya que las crías necesitaban atención lo más rápido posible.
Al recibir a las dos hembras de lobo marino, el equipo de especialistas de este centro de conservación de la vida silvestre realizó un examen clínico completo e inició con la alimentación, a base de un sustituto lácteo comercial específico para esta especie de mamífero marino.
Debido a que eran cachorros que todavía lactaban, al principio no aceptaban tomar el sustituto lácteo de un biberón.
“Tuvimos que sondearlas para darles alimento directamente en el estómago”, recordó Olascoaga Elizarraraz, quien señaló que fue un proceso difícil, pero poco a poco las lobitas marinas comenzaron a aceptar el alimento lácteo y conforme crecieron, se realizó una transición a alimentos sólidos hasta llegar a su dieta actual, de diferentes tipos de pescado y calamares.
En el Zoológico de Chapultepec, los médicos veterinarios, biólogos y cuidadores de animales se dedicaron las 24 horas del día a cuidar a los ejemplares rescatados hasta lograr su recuperación.
Ahora, las lobitas marinas ya tienen casi cuatro años en este centro de conservación. Son ejemplares que se han desarrollado muy bien, están sanas, son monitoreadas de forma permanente por el personal médico y de cuidadores del área, además de tener sus sesiones de condicionamiento operante, que facilita chequeos médicos, al igual que otra hembra adulta de lobo marino que ya habitaba en el zoológico.
“Nos llena de satisfacción verlas que ya se recuperaron, que se siguen desarrollando, que siguen creciendo, y eso obviamente es una contribución más del zoológico a todos estos esfuerzos de conservación de las especies”, resaltó Alberto Olascoaga.
El director del zoológico agregó que para su atención también contactaron a otros especialistas en manejo de estos mamíferos marinos.
“Para todos los ejemplares de fauna silvestre que están siendo víctimas del tráfico ilegal, de la explotación de los recursos y demás, los zoológicos son sus refugios donde se rehabilitan y se mantienen de forma adecuada”, concluyó al resaltar la labor de estos lugares como centros de conservación.
En México, los lobos marinos son especies sujetas a protección especial, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059 que enlista los animales amenazados o en peligro. Aunque hay colonias abundantes en el país, su cuidado y protección son prioritarios.