Pachuca de Soto.- ‘Super Mario Bros.: La película’ ha arrasado. Con más de 1.300 millones de dólares recaudados en todo el mundo, es la película más taquillera del año y su éxito nos lleva a preguntarnos qué otra gran franquicia de videojuegos podría ser la siguiente en saltar a la pantalla fílmica y emular su hazaña.
Ante esa cuestión, casi todas las miradas apuntan a una sola dirección: ‘The Legend of Zelda’ (o Zelda a secas, para los amigos), siendo quizás la otra opción a tener en cuenta ‘Animal Crossing’, pues la saga Pokémon está más que amortizada en televisión y cine (con ‘Detective Pikachu 2’ en marcha).
‘The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom’, el último lanzamiento de la franquicia para Nintendo Switch, logró vender más de diez millones de copias solo en sus tres primeros días en el mercado, demostrando el interés que despierta esta historia clásica de héroe con un proceso complejo y enormes posibilidades narrativas. Pero, ¿hay película en el horizonte?
Hace unos días saltaba una noticia que hacía temblar los cimientos del fandom (y del Castillo de Hyrule, de paso). Se afirmaba que Nintendo estaba cerrando un acuerdo con Universal e Illumination, el estudio de animación que ha desarrollado la peli de Super Mario y también padre de los Minions, pero el CEO de esta empresa, Chris Meledandri, salió a desmentirlo.
Esto no significa que nunca vaya a suceder y la esperanza nunca se pierde, pero de momento no hay nada firme a lo que agarrarse y, además, no es la primera vez que se habla de una posible adaptación que no llega.
La única vez que Link, el héroe del videojuego, y la princesa Zelda han dado el salto al audiovisual fue en 1989 con una serie de televisión producida por DIC Entertainment que apenas duró 13 episodios y que no vale la pena preocuparse por su dudosa calidad.
Tiempo después, en 2015, sería Netflix la protagonista de un rumor con algo más de fundamento que el de estos días. Fue el medio Wall Street Journal quien reportó que la empresa de videojuegos nipona y la plataforma norteamericana estaban trabajando en una serie de acción real descrita como “un ‘Juego de tronos’ para una audiencia familiar”, algo que fue desmentido por la propia Nintendo, aunque posteriormente contrastaron más fuentes.
Sea como fuere, no llegó a buen puerto (se dice que la empresa de videojuegos se molestó al ver las filtraciones y abandonó el asunto).
Como en cualquier adaptación de este calibre, son muchas las cosas que pueden salir mal por el camino (pero también hay una potencial cantidad de dinero a ganar ingente, claro). Y la saga de Zelda no está exenta de dificultades.
Para empezar, se trata de un universo con una riquísima mitología que se ha ido desarrollando a lo largo de décadas y que ofrece muchísimas posibilidades en cuanto a lugares, razas y monstruos, pero no hay que perder de vista que la historia, en esencia, siempre es muy simple.
Si no conoces Link, esto es de lo que va…
La aventura de Link suele ser el clásico viaje del héroe, que debe rescatar a la princesa Zelda o ayudarla en algo, si bien en los últimos años el papel de la joven ha ido adaptándose, aunque a pasos cortitos, a una mirada más contemporánea para no arrinconarla en el cliché de la damisela en apuros.
Link no es más que un espadachín de buen corazón (y nada menos) con otro handicap además: se caracteriza porque apenas habla, lo cual en un juego tiene más gracia y sentido que en una serie o película.
Por otro lado, una de las grandezas de la saga Zelda en esta última etapa, la formada por ‘Breath of the Wild’ y ‘Tears of the Kingdom’, es la posibilidad de recorrer Hyrule como un mundo abierto y que cada jugador marque sus propios ritmos y caminos. Y no se trata solo de inmensidad espacial, sino de libertad narrativa: uno puede decidir si lanzarse directo a la misión principal y seguir la historia o si dedicar su tiempo a salvar Kologs (o hacerles perrerías, si eres uno de esos psicópatas sin alma) y a misiones secundarias en las que un aldeano necesita que busques a su ganado o le ayudes a elaborar una receta.
Por supuesto, es una virtud que se perdería en una adaptación audiovisual que necesita de concreción y foco y, como decíamos antes, la historia clásica y sencilla de los videojuegos quizás se quedaría corta: habría que buscar algo más que justifique el cambio de formato.
No obstante, ‘Tears of the Kingdom’ ha elevado el nivel de la narrativa de sus cinemáticas y se empieza a ver que, con talento, se puede desarrollar una buena historia ambientada en Hyrule que nos lleve desde las gélidas montañas de Hebra a las paradisiacas playas de Onaona, a volar con los Orni y nadar con los Zora y surcar los cielos en busca de los restos de la civilización Zonnan. ¿A quién no le gustaría ver, imaginemos, a Joe Locke vestido de verde y con orejas puntiagudas y dándose de leches contra unos cuantos bokoblins?
Con información de Fotogramas.